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jueves, 7 de abril de 2016

Tipología de las lenguas

Introducción:

La tipología lingüística se refiere a la clasificación de las lenguas desde el punto de vista de sus similitudes gramaticales. La clasificación tipológica contrasta con la clasificación genética de las lenguas. Este otro método de clasificación se centra en las relaciones filogenéticas entre las lenguas que comparten la herencia de una lengua común (véase lingüística histórica). Una clase genética es una familia lingüística, mientras que una clase tipológica es un tipo de idioma.

Tipos de lenguas:

Las lenguas con orden básico de constituyentes SOV y posposiciones tienen mayor tendencia a ser de núcleo final, mientras que las lenguas con orden VSO y preposiciones tienen mayor probabilidad de ser de núcleo inicial.

Muchas lenguas no son consistentes en el marcaje, es decir, a veces con ciertos sintagmas tienen núcleo inicial y en con otros sintagmas tienen núcleo final, o alguna otra posibilidad.

Entre ellas se encuentran el latín, el húngaro, el polaco y el esperanto, de hecho en estas lenguas el orden parece obedecer más a factores de pragmática que de sintaxis.

Al igual que en el caso del orden núcleo-complemento, existen lenguas consistentes y otras en que el marcaje dependerá del tipo de sintagma.

También existen ejemplos lenguas de marcaje nulo en los que no ni el núcleo ni el complemento tienen marca y su distintividad reside exclusivamente en la posición.

Algunas lenguas (normalmente las flexivas) son difíciles de clasificar debido al hecho de que aceptan muchas combinaciones de verbo, objeto y sujeto como posibilidades correctas.

Cuando estas marcas existen entonces, las lenguas pueden presentar mayor tendencia al marcaje de núcleo o al marcaje de complemento.
Otra diferencia importante entre las lenguas es la mayor o menor tendencia a colocar el núcleo de un sintagma al principio o al final de dicho sintagma.

Las lenguas analíticas usan en mayor medida procedimientos sintácticos para marcar las relaciones sintácticas, mientras que las sintéticas la codifican mediante procedimientos morfológicos como la inflexión.
Algunas lenguas dividen el verbo en una forma auxiliar por un lado y un infinitivo o participio por otro, insertando el sujeto entre medias.

Lenguas polisintéticas, lenguas en que algunas palabras tienen un número de morfemas asombrosamente alto y muchas palabras equivalen semánticamente a oraciones en lenguas que no sean polisintéticas.

Realmente apreciamos lenguas más sintéticas que otras en ciertos aspectos, pero existe todo un gradiente entre ambos extremos.
Este otro método de clasificación se centra en las relaciones filogenéticas entre las lenguas que comparten la herencia de una lengua común (véase lingüística histórica).

Mientras que en otras lenguas se segmentación secuencial es problemática y aún cuando existe, resulta que alguno de los morfemas "fusiona" en sí mismo varias categorías gramaticales.

Otra peculiaridad de las lenguas ampliamente flexivas tiene que ver con como es la unión o funcionalidad de las marcas o morfemas gramaticales.

Otra clasificación tipológica interesante es la que se refiere al tipo de marcaje morfosintáctico básico de los participantes en la predicación verbal tanto de verbos intransitivos (donde sólo existe un participante S), como de verbos transitivos (donde existen al menos dos participantes A y O).

En muchas ocasiones una lengua mezcla el uso del acusativo y el ergativo (por ejemplo, la morfología ergativa marca los argumentos del verbo, sobre una sintaxis acusativa), o tiene un comportamiento ergativo tan solo en algunos contextos (a esto se le conoce como ergatividad escindida, y se basa normalmente en la persona gramatical de los argumentos o en el tiempo/aspecto del verbo).
Es otra característica interesante en la que, además del orden, el núcleo (modificado) y el complemento (modificador) se diferencian por algún tipo de marca morfosintáctica o partícula (este tipo de marca puede ir acompañada a veces de cierta rigidez en el orden modificado-modificador: núcleo final frente a núcleo inicial).

E incluso existen lenguas con marcaje doble de ambos elementos llevan marcas diferentes, por lo que la distinción vuelve a recaer en las marcas especiales, siendo redundante el marcaje.

En algunas lenguas, llamadas aglutinantes, las palabras son fácilmente segmentables en una secuencia de morfemas cada uno con un significado concreto bien definido.

Tanto al alemán como al holandés se les clasifica como lenguas V2, ya que el verbo de una oración principal casi siempre ocurre en segundo lugar.

Por otra parte aunque las lenguas analíticas no tienen porqué ser aislantes, estadísticamente tienden a ser aislantes.
Se piensa erróneamente que las lenguas analíticas tienen una gramática más sencilla que las lenguas sintéticas.
En Oceanía, la preferencia de orden es regional, la mayoría de lenguas papúes y australianas son SOV, mientras que las lenguas austronesias de la región son VSO o SOV.

Otra vieja distinción es la que se hace entre lenguas analíticas y lenguas sintéticas.

Las lenguas chinas y algunas lenguas africanas, por ejemplo, son altamente analíticas, y el significado está muy ligado al contexto.

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